jueves, 28 de agosto de 2014

¿Colombia?

Colombiano que se respete está orgulloso de su país. No importa si hay cosas malas (siempre las va a haber) pero es uno quien decide si se enfoca en lo bueno. He experimentado la sensación de que tu piel se erice cuando escuchas un vallenato de tu país en el exterior (o una salsa como me pasó hace pocos días), o cuando ves cualquier cosa relacionada con Colombia. El corazón empieza a latir, la sonrisa es infinita, los ojos se inundan de lágrimas (pero las contienes) y dices "¡Mi Colombia del alma!".

En Latinoamérica los colombianos somos bien conocidos por nuestra alegría, nuestra forma de bailar, el café y la salsa. Incluso podríamos decir que en Europa piensan lo mismo de nosotros. Nos encanta ver artículos en la prensa donde digan que en la última encuesta/estudio se determinó que los colombianos somos las personas más felices, o que el café colombiano es el de mejor calidad, etc. Pensamos que todos nos conocen por eso, y nos encanta creerlo, pero en este viaje me he dado cuenta que la realidad es otra.

Cuando llegué todos estaban ansiosos por saber más de esta extranjera (1. Obviamente, ¿Quién no estaría interesado? 2. En realidad se interesaban después de que se daban cuenta que a pesar de mi apariencia yo no era india). Cuando decía orgullosa que era de Colombia sus comentarios eran entre otros "¿Eso es Norteamérica?", "Queda en África, ¿no?", "¿Qué idioma hablan?¿Inglés?", "¿Queda cerca a España?", "¿Qué es lo que caracteriza a Colombia?", "¿Y las drogas?". Ninguna de estas personas sabía sobre el café, la salsa, el español. Incluso muchos confundieron Colombia con Columbia.


Hay que darle muchas gracias a nuestra selección y a James Rodríguez por su buen desempeño durante el mundial. De las pocas personas que sabían algo sobre Colombia, ese algo (o alguien) era James pronunciado en la forma gringa "yeims". Saben de Sofía Vergara y Shakira pero no tienen idea que son de nuestro país.

Tuve la fortuna de encontrarme con un señor (el papá de una de mis compañeras de apartamento) que sí sabía de Colombia. En sus años dorados estuvo navegando alrededor del mundo y llegó a Colombia, visitó varias ciudades entre esas Cartagena. Fue como leer un libro de Gabo con todas esas historias llenas de fantasía y de realismo, su realismo mágico.

Me he encargado una tarea durante mi estancia en India: ser una embajadora de mi país. Estaré feliz si al menos algunas personas conocen más sobre mi país, si al menos saben dónde está en el mapa, y estaré mucho más feliz si logro que se enamoren de la idea de visitarme cuando regrese a mi Colombia del alma.


jueves, 21 de agosto de 2014

De la comida y otros demonios

La semana pasada decidí que tomaría el metro para regresar de la oficina a casa (sí, sólo el regreso, porque no quiero sudar en las mañanas - aún estamos en verano). Eso implica que en ese trayecto la mitad del camino es a pie y la otra mitad en metro. Como resultado sólo pagaría en el metro una quinta parte de lo que pagaba en un autorickshaw, ahorraría unos pesos (o rupias) y haría algo de actividad física. Plan perfecto, ¿cierto?

La respuesta es ¡no!. El remedio fue peor que la enfermedad. Los contextualizaré: mi almuerzo es alrededor de las 2 p.m. y normalmente como verduras y tortilla - para hablar en palabras castizas - por lo que al pasar 2 horas ya estoy con hambre. Siempre ando con mi botella de agua para evitar comer tantas chucherías, y funciona... hasta que voy de regreso a casa.

La estación donde tomo el metro queda convenientemente en medio de dos centros comerciales, así que no hay forma de ignorarlos. ¿Y cuáles son los almacenes que quedan mirando hacia la calle? A excepción de uno donde venden cosas hermosas para el hogar, lo demás que puedes ver son restaurantes, y no cualquier restaurante, no, lo que ves es McDonald's, KFC, Domino's Pizza, TGIF, Pizzas Hut, entre otros.

¿Saben lo qué es una pobre niña aguantando hambre, con un metro y una caminata que interfiere en que ella y su comida se junten? Creo que después de todo no adelgazaré en India.

Tanta es mi debilidad que hace unos días estaba ya lista para dormir, con pijama encima, luces apagadas y divinamente acomodada en mi cama. De repente el celular sonó. La conversación fue más o menos la siguiente "¿Qué haces?" "Intento dormir" "No puedes dormir, vamos a salir" "Pero mañana tengo que trabajar" "Vamos a comer algo, en 10 minutos te recogemos". ¿Qué hace una niña responsable? Sigue durmiendo. ¿Qué hace una niña aún más responsable? Se cambia y responde al compromiso social con sus amigos... y con la comida.

Datos curiosos de ese día: El lugar es un centro comercial de sólo restaurantes. Encuentras desde una heladería hasta un Hard Rock Café. Hay restaurantes de todo tipo. Pero lo mejor esa noche fue que al llegar al lugar estaba sonando como música de fondo "Si huele a caña, tabaco y brevas, usted está en Cali, ay mire, vea!". No estaba en Cali pero estaba en India escuchando una salsa colombiana y no pude evitar hacer lo de Amparo Grisales: ¡me ericé! Y casi casi me la bailo en mitad del centro comercial. Buena música, buena compañía disfrutando con mi trío favorito en India (Digan hola a Neelansh, Rishab y Karan), y un delicioso helado de higo... quiero decir, un "anjeer kulfi".

martes, 19 de agosto de 2014

Pequeñas diferencias

Sólo he estado aquí 21 días por lo que no puedo decir que soy una experta de la vida en India, pero he podido notar algunas diferencias con mi país que me gustaría compartir:

  • Aquí se maneja por la izquierda, por lo que todo en el carro está al revés - al estilo de Inglaterra.
  • No hay burros o caballos en la calle. Hay vacas en las separaciones de los carriles descansando bajo la sombra de los árboles. (Aunque la verdad no son muchas).
  • A las 7 p.m. aún es de día. En este época del año los días son más largos, así que antes de 6 a.m. el sol está en su esplendor, y a las 7.30 p.m. u 8 p.m. anochece.
Foto tomada a las 7.25 p.m.
  • Los horarios de oficina y universidad empiezan generalmente entre las 9 y las 10 a.m. (Y si vives a 10 minutos del trabajo como yo, "madrugar" no está en tu diccionario). Bueno, incluso si vives a dos horas, eso no es madrugar.
  • El arroz no es un elemento esencial en las comidas. Sólo lo he comido 3 o 4 veces desde que llegué. Además que es simple.
  • La cebolla se come sola. Sí, así como lees. Simplemente las pelas, las puedes partir en 4 pedazos, y luego le das mordiscos.
  • La cena no es a las 7, la cena es a las 9.30 p.m. apróx., y es una comida incluso más importante que el almuerzo.
  • El 99% de las comidas son picantes (Los picantes del puesto de frito son como un dulce. La comida de restaurante mexicano en Colombia - o al menos en Cartagena - sólo te producen cosquillas en comparación a lo de acá).
  • Cuando hablan de Maggi no se refieren al cubito, se refieren a los fideos/pastas instantáneos. ¿Imaginan mi cara cuando me dijeron por primera vez "Te puedes comer una maggi"? P.D. También son picantes.
  • Las escobas son cepillos de tamaño mediano, por lo que hay que inclinarse para barrer.
  • No se usa trapero. Se usa un trapo grueso especial y la persona se agacha para limpiar el piso con eso. (Seguro estas mujeres tienen mejor físico que yo con tanta agachadera. Bueno, cualquier persona tiene mejor físico que yo -_-).
Estas pequeñas diferencias hacen que cada día esté más fascinada con India. Créanme que esto es sólo un abrebocas de lo diferente que es este país.

domingo, 10 de agosto de 2014

Teoría de los 11 días

Mis viajes duran máximo 11 días, sea dentro de Colombia o en otros países. 11 días cargados de aventura, alegrías, nuevos paisajes y nuevas cosas por descubrir. No había tiempo para pensamientos tristes ni para extrañar algo o a alguien.

Hoy decidí quedarme en el apartamento, sólo salí a comprar algunas cosas básicas pero regresé pronto. Sé que todos piensan que salgo todos los días para conocer lugares nuevos pero la verdad no tengo prisa, estaré un año y medio aquí. Además hoy me sentía diferente, hoy era uno de esos días en los que sólo quería quedarme en casa (y no, no ando en mis días). Cuando revisé el calendario me dí cuenta que han pasado justo 11 días desde que llegué a India, como en mis anteriores viajes, sólo que esta vez no regresaría a casa. No por ahora.

Estoy emocionada y feliz de estar aquí. No tengo por qué mentir. Y como no me gusta mentir, también debo admitir que extraño a mi familia, extraño a mis amigos, extraño escuchar champeta en la buseta o un vallenato mientras voy en el carro con mis papás. Extraño mi último sábado y todas las personas maravillosas con quienes los compartí. Extraño mis últimas dos semanas, un poco diferentes y cargadas de emoción para decir un "hasta luego" a todo y a todos. Extraño todo. Hoy ando sentimental, lo sé, pero no voy a llorar.

Extrañar es un acto normal. No quiere decir que estoy triste o que voy a caer en depresión. ¡No! Sólo me hará más fuerte, me hará quererlos más y me hará vivir y hacer lo que hago con más ganas y más pasión, para hacer que este tiempo aquí valga la pena.

Sólo quería aprovechar para decirle a todos cuanto los quiero. Besos y abrazos desde India.

P.D. No me volveré a poner sentimental. No por ahora (...) En el próximo post volveré a la normalidad ;)

sábado, 9 de agosto de 2014

Cines en India

He quedado impresionada con la seguridad que tienen en muchos lugares en India. ¿Recuerdan la seguridad tipo aeropuerto del metro? Resulta que no es sólo en el metro. Al entrar a un centro comercial también vas a encontrar una fila de mujeres y una fila de hombres para el filtro de seguridad. Pasas por un detector de metales y luego te revisan el bolso.

Esta semana fui a cine. Para ingresar al cine debía pasar el mismo filtro de seguridad que en el centro comercial y que en el metro, aunque eran mucho más meticulosos. Al revisar mi bolso la señora notó que tenía una botella de agua a la mitad (una minibotella en realidad). Agitó el líquido y al no ver nada raro, continuó. Luego reviso ítem por ítem hasta que se encontró con mi cámara (siempre la cargo por si encuentro algo interesante para tomarle fotos o grabar). Acto seguido comenzó a decir un montón de cosas en hindi que por obvias razones yo no entendí. Ella sólo agitaba la mano así que intenté descubrir a dónde apuntaba. Finalmente un amigo vino a mi rescate. Palabras más palabras menos: tenía que dejar mi cámara en la entrada del cine porque estaba prohibido su ingreso. Tienen un lugar destinado para guardar los objetos prohibidos.

En el cine puedes encontrar películas en hindi, punjabi, e inglés. Obviamente yo escogí una en hindi (...). Aquí finalmente pude ver una película en inglés sin sentirme tentada a leer los subtítulos, muchas veces lo había intentado pero es inevitable que tus ojos sean atraídos por esas letras blancas en la parte baja de la pantalla. La elegida fue 22 Jump Street (Recomendadísima si es que aún no la han visto).

Luego decidimos comprar algo para comer durante la película. Las opciones son básicamente las mismas que en cualquier cine, así que dije que quería crispetas. Cuando me preguntan: "¿Qué sabor?" mi reacción fue "¿Es que acaso las crispetas tienen sabores?". Para los que me leen los contextualizaré: para esta chibchombiana cartagenera las crispetas en el cine siempre son con sal. No hay más opciones. He probado crispetas con sabores pero sólo en las crispetas para microondas como Act II. Al final tuve que decidirme entre queso, caramelo, o saladas.

Cuando íbamos por la mitad de la película, hubo una interrupción y la película desapareció de la pantalla.  En ese momento pesé: "¡Que suerte! ¡Se dañó la película!", y sólo podía pensar en la reacción de mis coterráneos alegando y gritando hasta que les pusieran nuevamente la película. Ante mi cara de confusión, mi amigo me explicó que dan un espacio de 5 o 10 minutos para que hagas todo lo que necesitas, así que no tienes que preocuparte por perderte una parte de la película mientras vas corriendo al baño o compras las crispetas que tu hermana acaba de dejar caer (¡Hola Ani!).

¡Una experiencia nueva de principio a fin!

miércoles, 6 de agosto de 2014

Viajando en metro

El domingo quise hacer algo para no quedarme en casa, por lo que pedí que me enseñaran a usar el metro. Habia tenido la oportunidad de usar dos metros anteriormente: uno en Medellín y otro en Santiago de Chile, pero ¡ninguna experiencia como la del metro en Delhi! Para empezar, debes pasar por un filtro de seguridad. Piensen en un aeropuerto, no le cambien nada. Debes pasar tus pertenencias por rayos X, mientras pasas por un detector de metales y te hacen una requisa. Había una fila para mujeres y una para hombres.

Las estaciones son un caos, hay demasiada gente. Las mujeres tenemos una ventaja, por así decirlo: hay un vagón exclusivo para nosotras. Sin embargo esta vez me subí en los vagones mixtos. Después de pasar por 20 estaciones (en realidad creo que fueron más) debimos cambiar de metro para llegar a nuestro destino. Este último metro que va hacia el aeropuerto es completamente diferente al resto del recorrido. Las estaciones están mucho más vacías, casi que desiertas, y el metro es más moderno.

Tomada de: thehindu.com

Tomada de: thehindu.com

En la noche, cuando ya iba a tomar el metro de regreso a casa (pero esta vez sola), mi amigo me invitó a cenar con su familia. Ubicaron 5 platos, grandes y pequeños, en frente de cada puesto, y la comida en el centro de la mesa. En Cartagena no acostumbraba a comer tarde, en realidad pocas veces cenaba, sin embargo mis costumbres alimenticias se han ido modificando. El único problema que tuve en ese momento es que habían tantas cosas que no sabia cómo proceder con la comida.

Sé que dije que había aprendido a comer al estilo de India, pero normalmente mis comidas tienen 2 componentes, 3 por mucho, pero aquí habían tantas cosas y no tenia la menor idea de qué eran. Mi amigo había salido un momento, así que aclarando mi garganta y con ojitos de perro (o de gato con botas, como lo prefieran), le dije a su mamá que comenzara ella y yo la seguía. No tenía otra alternativa. Para mi sorpresa, ¡me comí todo! Hasta espacio para el postre hubo. Estaba tan rico que no quería dejar nada. Al rato tuve mi oportunidad de sentirme experta: llegó la niña japonesa que recogimos en el aeropuerto más temprano ese día (cuando iba en el metro) y le expliqué cómo se debía comer: ¡con la mano!. ¡Me sentí toda una india en ese momento!

En ese momento pensé: así lucía yo hace unos días, inclusive hacía unos minutos. Todo es cuestión de tiempo y de ir aprendiendo y acostumbrándose a las cosas.

Ese día regresé feliz al apartamento. Feliz porque había tenido una cena familiar (aunque no fuera con mi familia), porque conocí gente maravillosa, viví el caos de Delhi, y empecé a ver India con otros ojos. ¿Y saben qué? Me gusta lo que veo.

domingo, 3 de agosto de 2014

Sábado en la noche: Visitando el templo Sikh

El sábado en la noche había decidido quedarme en el apartamento ya que la gente que he conocido vive en Delhi, al lado de mi ciudad. Sin embargo ya entrada la noche algunos amigos dijeron que vendrían por mí y saldríamos. Es mi primer fin de semana aquí, así que dije sí de una.

El primer reto de la noche fue decidir qué vestiría. Como occidental recién llegada, siempre tengo el temor de hacer o decir algo que vaya en contra de su cultura o que pueda ofenderlos, y me han dicho tantas cosas que prefiero ser cuidadosa mientras conozco cómo es realmente este lugar. Así que decidí usar jeans y una blusa holgada con mangas, con un collar que me diera algo de presentación porque después de todo era sábado.

La primera parada de la noche fue en un restaurante. Dado que no conozco los platos y no entiendo la mayor parte de los menús, le pedí a mis acompañantes que pidieran por mí. Aunque la comida era familiar, tenía ese sabor picante característico de la comida aquí. Afortunadamente tenía un gran vaso de soda a mi lado.

Nuestra siguiente parada: Gurudwara Bangla Sahib, un templo sikh ubicado en Delhi. Debo decir que quedé encantada con ese lugar. Es absolutamente hermoso. Dejamos nuestras pertenencias y nuestros zapatos en el carro porque se debe entrar con los pies descalzos. Al entrar debes lavar tus manos y tus pies, y usar una pañoleta para cubrir tu cabeza (hombres y mujeres). Al ingresar las personas se inclinan y tocan el piso con una de sus manos. Al parecer, anoche no era una noche normal en el templo; había más gente de lo normal de acuerdo a lo que me contaron. No podía entender lo que decían pero en todo el lugar se sentía la voz de alguien hablando constantemente, mientras los presentes se congregaban alrededor y se inclinaban apoyados en sus rodillas tocando el piso con su cabeza. Y como donde fueres haz lo que vieres, decidimos unirnos.





A un lado del templo había una pequeña habitación, encerrada en vidrio, y dentro una cama con telas rosadas. De acuerdo a lo que me contaron, en el sikhism se cree que Dios viene a dormir allí en las noches. Al salir de la parte principal del templo hay un gran estanque, cuyas aguas se considera que limpian y curan. La gente se para al borde y lava sus pies y su cara. Algunos entran completamente y toman un baño. Alrededor de este estanque hay pasillos con arcos (algo parecido a las bóvedas en Cartagena) donde las personas pobres llegan a dormir. Este templo también cuenta con un restaurante que funciona 24/7 y alimenta a los pobres, su única condición es que todo lo debes comer allí. Sin duda en este lugar se respira paz y mucha tranquilidad.


Nuestra última parada de la noche fue cerca de India Gate, un gran arco en honor a los soldados indios fallecidos en diferentes guerras. Pero de este lugar les contaré en otra ocasión.

Gracias Neelansh, Karan y Rishab por mostrarme un lugar tan maravilloso en India y por hacerme pasar un rato tan agradable y divertido junto a ustedes.

viernes, 1 de agosto de 2014

¡Parezco india!

Hoy comencé a trabajar y en el camino a la oficina iba hablando con una compañera. Tema va, tema viene, le comentaba que tendría que aprender a regatear (porque eso lo tengo que aprender bien, me lo advirtieron desde el primer día), y de repente me dice: "no te preocupes que tú pareces de acá". Se me vino a la cabeza las múltiples veces que mi mamá me decía que yo parecía de India y que no tendría problemas por acá porque me confundirían con un local. Para mí siempre fue una broma, pero que te lo diga alguien de acá... bueno, algo de verdad debe tener. Al parecer ella no es la única que piensa eso, una de mis compañeras de apartamento le había comentado lo mismo el día que llegué al aeropuerto.

Al llegar a la oficina conocí a algunos compañeros. Todos fueron muy amables conmigo e hicieron de mi primer día algo más relajado de lo que esperaba. Debo admitir que me siento orgullosa después de haber durado todo un día hablando en inglés y de haberles entendido todo. Claro que no faltaban mis "¿me repites por favor?", "Más despacio", "¿Qué significa eso?". Pero al final del día he superado mi prueba de fuego.

Tanto así que puedo decir: ¡he aprendido mis primeras palabras en hindi! Le comentaba a mis compañeros que en la mañana casi no puedo desayunar porque no lograba comunicarme con la señora que trabaja en el apartamento. Ella no habla inglés. Le pregunté por sal y me dio salsa. Así que muy amables me enseñaron a decir comida, sal, y agua, para empezar. También me indicaron lo que tengo que decir al conductor del autorickshaw (motocarro-transporte por excelencia en Gurgaon) para llegar a la oficina, cuánto me debe cobrar, y ¡que tengo que regatear!. Trabajo en mi pronunciación ¡pero ya puedo presumir!


Compartieron su comida en el almuerzo. Creo que era roti o chapati (algo así como una tortilla) con algo que tenía paneer (un tipo de queso) y verduras. Se comió con la mano y no hubo problema en compartir.

Al finalizar el día tuve la fortuna de que dos compañeros me acompañaran hasta el apartamento. Les dije que podría llegar sola pero no me creyeron. Y menos mal que no lo hicieron, ¡porque la perdida habría sido grande!... era mi primera vez. Aunque afortunadamente ya tengo mi SIM de India, así que no me siento tan desprotegida... creo.

Mañana tendré que ir sola a la oficina. ¡Deséenme suerte!