Esta mañana debía tomar un vuelo a las 6:55 a.m. Programé mi alarma a las 4:15 a.m., reservé el taxi a las 5:15, empaqué la noche anterior. Todo estaba perfectamente planeado. O eso creía.
Despertaba cada hora porque soñaba que se me había hecho tarde y perdía mi vuelo. Además que la gripa y mi querida nariz no me dejaban dormir bien. Sin embargo logré dormir un poco y a las 4:15 estaba de pie. Bueno, a las 4:20 cuando sonó mi segunda alarma. Está bien, a las 4.25 porque siempre queremos "5 minutos más". Me alisté rápido (con ese frío ¿quién no? Estábamos alrededor de 7°C) y esperé mi taxi.
EL TAXI
Siempre pido el taxi con la misma empresa. Tienen una aplicación móvil que me permite ver la posición en tiempo real del taxi, además el nombre del conductor y su número celular, puedo agregar un número de confianza al que le llegarán mensajes automáticamente cada 15 minutos informando mi posición durante el viaje (por seguridad), entre otras cosas. Revisé a las 5:00 a.m., el taxi estaba cerca. Revisé a las 5:10, seguía en el mismo lugar. 5:15 no se movía. Pensé que algo podría estar mal con el GPS, así que llamé. Celular apagado.
Pensé en cancelar el servicio y pedir otro taxi, pero a esa hora se demoraría mucho. Seguí insistiendo y finalmente pude comunicarme. O estaba muy dormido o andaba con guayabo. Decidí darle el beneficio de la duda. Finalmente llegó a las 5:35 a.m., pero no llegó frente a la casa donde vivo que queda en una esquina, sino a la siguiente esquina. Pensé "está bien, caminaré". El hombre iba super rápido y yo sólo rezaba que llegará sana y salva al aeropuerto. No tenía más opciones. Bajarme en la mitad de una autopista a las 5 y algo de la mañana no era una buena elección.
Llegamos al aeropuerto en tiempo récord cuando de pronto veo una valla gigante que dice "Terminal 3" que corresponde a vuelos internacionales. Le digo (en un inglés sencillo porque él poco o nada de inglés) que voy para la "Terminal 1D", la de vuelos domésticos. Tuve que insistirle para que me creyera que esa era la terminal correcta. El problema es que en el aeropuerto de Delhi estas terminales están distantes una de las otras. Pero después de algunos minutos (y unos kilómetros de más en el taxímetro) pude llegar.
EL AEROPUERTO - PRIMERA PARTE
Cuando por fin llego, busco mi celular porque allí tengo mi pasabordo el cual debo presentar en la entrada junto con mi documento de identidad, que en el caso de un extranjero es el pasaporte. ¡Mi pasaporte! Se me había olvidado. Eran las 6:00 a.m. A esa hora debería estar entregando mi equipaje. Pensé en devolverme al apartamento a buscar el pasaporte pero no tenía tiempo suficiente (además que para ser sincera no tenía idea de dónde estaba). Recordé que tenía una copia de mi pasaporte y de la visa en mi cartera, así que pregunté al guardia de seguridad si podría viajar con eso. Me indicó que debía acercarme a una oficina para que verificaran mi identidad y ver si me dejaban viajar.
Llegué a la oficina, expliqué mi caso y cuando la persona está revisando los documentos me dice "Ma'am (Señora) usted viaja por otra aerolínea". Yo me había confundido. Ambas aerolíneas tenían una palabra en común en su nombre y el color azul. Le pedí disculpas y me dirigí a la oficina correcta. El reloj corría. Expliqué por enésima vez mi situación, el hombre revisaba pacientemente mis documentos y yo estaba desesperada. Finalmente tuve que pagar 50 rupias ($1.500 COP), me entregó un documento y me dijo que con eso podía viajar.
EL AEROPUERTO - SEGUNDA PARTE
Nuevamente me dirijo al guardia de seguridad, muestro mis documentos y me dejan ingresar. Me dirijo al counter para el check in pero hay una fila larga, por lo que le digo a uno del personal que me colabore porque iba a perder mi vuelo. Nos dirijimos a otro counter pero cuando llegamos nos dicen que no puedo abordar el avión porque el vuelo cerraba 45 minutos antes del despegue. En ese momento faltaban 35. Eran las 6:20 a.m. El hombre me dijo "Ma'am, lo siento, no puedo hacer nada". Le pedí que me ayudara, que era un viaje de trabajo y me podían despedir por eso (no era verdad que me iban a despedir, aunque probablemente yo tendría que costear el nuevo tiquete). Regresamos al counter e insisten en que no se pueden. Con lágrimas en los ojos (que se me da bien fácil) les digo que me ayuden, que debo viajar, es un viaje de trabajo. Después de rogarles finalmente me dieron mi pasabordo. Pero no podía entregar el equipaje. Les dije "No me importa, lo llevo en la cabina". Afortunadamente era pequeño.
Corrí, me salté toda la fila para el primer filtro de seguridad mientras decía "lo siento, lo siento, voy a perder mi vuelo". En el segundo filtro de seguridad pretendía hacer lo mismo pero me encontré con la compañera con la que iba a viajar y me dijo "cálmate, no vamos a perder el vuelo". Pasamos el segundo filtro de seguridad que demoró mil años (rayos X y detector de metales) porque aquí se toman su tiempo para todo. Corrimos a la puerta de embarque, número 19, mientras la señorita de la aerolínea llamaba con nombre propio a cada uno de los pasajeros faltantes porque iban a cerrar el vuelo. Por supuesto mi nombre estaba allí.
Por fin llegamos, abordamos el bus que nos condujo al avión y cuando me senté en esa silla tenía tanta adrenalina, desesperación, tantas emociones juntas que no podía tranquilizarme ni podía creer que lo había logrado. En ese momento pensé que me había despertado con el pie izquierdo por todo lo que me había pasado. Después me regañé y me dije "no Nadine, al contrario, te levantaste con el pie derecho porque a pesar de todos los obstáculos lo lograste". Finalmente caí rendida y dormí durante todo el vuelo.
Ahora escribo desde la habitación de mi hotel, pensando que para mi vuelo de regreso llegaré al aeropuerto con mínimo dos horas de anticipación. No quiero pasar por otra de estas travesías.
Imposible no perderse en la manera que cuentas tus travesías, eres magia 100%
ResponderBorrarCada historia es mas interesante que la anterior !!! me tienes pegado
ResponderBorrar¡Ay! Nadine del Mar Cuartas Vera, me tienes sumergido en tu mundo...
ResponderBorrarTengo un amor hindú en Latinoamerica, y de verdad estoy tragada por el.. dices tanta cosas q d verdad .. no lo quiero perder!
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