domingo, 25 de enero de 2015

Conociendo la India rural

Sacando cuentas en estos días me dí cuenta que llevo 100 días trabajando en un nuevo proyecto en la empresa, de esos, 50 estuve viajando a causa del trabajo, unos 17 días más por turismo y el resto me lo he pasado en Gurgaon y Delhi. Con estas sumas y restas entiendo por qué se me ha hecho tan difícil encontrar en India algo a lo que pueda llamar hogar. Bueno, eso entre otras cosas.

Debo decir que me desespera viajar tanto (nunca creí que diría eso), aunque hay que dejar claro que los viajes de trabajo son muy diferentes a los viajes de turismo. Sin embargo después recuerdo que soy una turista eterna en este país, así que comienzo a disfrutar todo.

He recorrido largas distancias (y sumado varios días) entre aviones, trenes y carros. He viajado a lugares a los que jamás habría ido por turismo. Incluso cuando le menciono a amigos indios (sí, se dice "indios" no "hindúes") que voy para lugares como Raigarh, Tamnar o Angul sus caras son de "¿eso dónde queda?"; yo orgullosa de saber algo de su país que ellos no, les digo el nombre del estado y en qué parte del país se encuentra (norte, sur, este, oeste).

La  mayor parte de los lugares a los que voy son pueblos muy pequeños, no hay lugares turísticos para visitar, y esa es la magia de estos viajes, que me permite ver el corazón de India, la India rural. He visto cómo las mujeres trabajan en construcción de casas, edificios o calles, trasportan la arena y piedras en baldes que llenan con su manos y que cargan sobre sus cabezas. También van a las pozas de agua, llenan los baldes con un sistema de bombeo manual y, al igual que la arena, lo cargan sobre sus cabezas.

Tomada de www.theguardian.com

En cuanto a los hombres en estos lugares, algunos visten pantalones pero muchos de ellos visten algo que a primera viste pensé que eran sábanas o una toalla. Es una tela que enrollan en la mitad de abajo de su cuerpo, puede ser corta y lucir como una falda o ser larga lo que les permite entrecruzarlas por las piernas. Puedes ver pequeños grupos de hombres conversando agachados a un costado de la carretera. En algunas ocasiones me he encontrado que hombres y mujeres agachados no están sólo descansando, sino haciendo sus necesidades a la luz del día y a la vista de quienes por allí crucen.

Tomada del blog "India a lo indio"

El estereotipo de que en India hay vacas en las calles no es tan cierto en las grandes ciudades (aunque sí  he visto un par) pero se puede ver mucho en ciudades más pequeñas y en pueblos. Creo que he visto más vacas que perros. En una ocasión iba viajando por carretera cuando de repente nos vimos rodeados de vacas. Eran más de veinte y estaban al frente, atrás, a lado y lado del carro. Me sentí en Cartagena cuando vas rodeado de motos.

Debido a que son zonas rurales, la agricultura es la principal actividad económica. Por eso también puedes ver los diferentes medios que usan para transportar los costales/bultos. Jamás he visto un medio de tracción animal, los animales siempre están descansando en la sombra o caminando por allí buscando comida. Lo que sí puedes ver son camiones que llenan con costales que superan en doble la altura del vehículo y que sobresalen a los costados, aún no sé cómo pueden acomodar todos esos bultos y lograr que ninguno se caiga. O también puedes ver a personas, hombres y mujeres, cargando sobre sus hombros o sus cabezas. Una forma interesante que he visto es una cadena que hacen con una motocicleta en frente y 3 o 4 bicicletas detrás; esto lo he visto especialmente en zonas de montañas, la moto es la que hala a las demás bicicletas que van atadas entre sí y están cargadas con bultos, y cada una de ellas tiene una persona para lograr mantener el equilibrio.

Tomada de www.jalopnik.com - La carga en este camión está mucho mejor organizada que la que vi durante mis viajes.

Durante mi último viaje noté que en muchos lugares habían avisos coloridos hechos a computador y de gran tamaño con fotos de 1 o 2 personas, algunas letras en hindi y un dibujo simple a blanco y negro que podía ser un vaso, unas gafas, una escoba o un tablero. Primero pensé que podría ser su forma para indicar algún tipo de negocio, pero los lugares donde estaban ubicados estos avisos no tenían cara de negocios, hasta que pregunté y me dijeron que las personas de las fotos son políticos y los dibujos a blanco y negro son los símbolos de los partidos políticos. Una escoba para limpiar la corrupción, gafas para ver con claridad, y no sé qué otras interpretaciones.

Símbolos de partidos políticos en India

Son tantas cosas que pueden parecer normales para ellos e incluso para mis compañeros de trabajo, pero para esta viajera que se sorprende fácil es una forma de ver y comprobar con sus ojos tantas cosas que ha escuchado de este lugar llamado India.

P.D. Soy el tipo de viajera que se concentra tanto en observar y analizar las cosas, que se olvida de tomar fotos o vídeos. Aún más si voy en un carro que va a 100 km/h a excepción de cuando las vacas nos hacen reducir la velocidad. Las fotos mostradas anteriormente no fueron tomadas por mí pero son lo más parecido a lo que vieron mis ojos.

miércoles, 7 de enero de 2015

De cómo casi pierdo mi vuelo

Esta mañana debía tomar un vuelo a las 6:55 a.m. Programé mi alarma a las 4:15 a.m., reservé el taxi a las 5:15, empaqué la noche anterior. Todo estaba perfectamente planeado. O eso creía.

Despertaba cada hora porque soñaba que se me había hecho tarde y perdía mi vuelo. Además que la gripa y mi querida nariz no me dejaban dormir bien. Sin embargo logré dormir un poco y a las 4:15 estaba de pie. Bueno, a las 4:20 cuando sonó mi segunda alarma. Está bien, a las 4.25 porque siempre queremos "5 minutos más". Me alisté rápido (con ese frío ¿quién no? Estábamos alrededor de 7°C) y esperé mi taxi.

EL TAXI

Siempre pido el taxi con la misma empresa. Tienen una aplicación móvil que me permite ver la posición en tiempo real del taxi, además el nombre del conductor y su número celular, puedo agregar un número de confianza al que le llegarán mensajes automáticamente cada 15 minutos informando mi posición durante el viaje (por seguridad), entre otras cosas. Revisé a las 5:00 a.m., el taxi estaba cerca. Revisé a las 5:10, seguía en el mismo lugar. 5:15 no se movía. Pensé que algo podría estar mal con el GPS, así que llamé. Celular apagado.

Pensé en cancelar el servicio y pedir otro taxi, pero a esa hora se demoraría mucho. Seguí insistiendo y finalmente pude comunicarme. O estaba muy dormido o andaba con guayabo. Decidí darle el beneficio de la duda. Finalmente llegó a las 5:35 a.m., pero no llegó frente a la casa donde vivo que queda en una esquina, sino a la siguiente esquina. Pensé "está bien, caminaré". El hombre iba super rápido y yo sólo rezaba que llegará sana y salva al aeropuerto. No tenía más opciones. Bajarme en la mitad de una autopista a las 5 y algo de la mañana no era una buena elección. 

Llegamos al aeropuerto en tiempo récord cuando de pronto veo una valla gigante que dice "Terminal 3" que corresponde a vuelos internacionales. Le digo (en un inglés sencillo porque él poco o nada de inglés) que voy para la "Terminal 1D", la de vuelos domésticos. Tuve que insistirle para que me creyera que esa era la terminal correcta. El problema es que en el aeropuerto de Delhi estas terminales están distantes una de las otras. Pero después de algunos minutos (y unos kilómetros de más en el taxímetro) pude llegar.

EL AEROPUERTO - PRIMERA PARTE

Cuando por fin llego, busco mi celular porque allí tengo mi pasabordo el cual debo presentar en la entrada junto con mi documento de identidad, que en el caso de un extranjero es el pasaporte. ¡Mi pasaporte! Se me había olvidado. Eran las 6:00 a.m. A esa hora debería estar entregando mi equipaje. Pensé en devolverme al apartamento a buscar el pasaporte pero no tenía tiempo suficiente (además que para ser sincera no tenía idea de dónde estaba). Recordé que tenía una copia de mi pasaporte y de la visa en mi cartera, así que pregunté al guardia de seguridad si podría viajar con eso. Me indicó que debía acercarme a una oficina para que verificaran mi identidad y ver si me dejaban viajar.

Llegué a la oficina, expliqué mi caso y cuando la persona está revisando los documentos me dice "Ma'am (Señora) usted viaja por otra aerolínea". Yo me había confundido. Ambas aerolíneas tenían una palabra en común en su nombre y el color azul. Le pedí disculpas y me dirigí a la oficina correcta. El reloj corría. Expliqué por enésima vez mi situación, el hombre revisaba pacientemente mis documentos y yo estaba desesperada. Finalmente tuve que pagar 50 rupias ($1.500 COP), me entregó un documento y me dijo que con eso podía viajar.

EL AEROPUERTO - SEGUNDA PARTE

Nuevamente me dirijo al guardia de seguridad, muestro mis documentos y me dejan ingresar. Me dirijo al counter para el check in pero hay una fila larga, por lo que le digo a uno del personal que me colabore porque iba a perder mi vuelo. Nos dirijimos a otro counter pero cuando llegamos nos dicen que no puedo abordar el avión porque el vuelo cerraba 45 minutos antes del despegue. En ese momento faltaban 35. Eran las 6:20 a.m. El hombre me dijo "Ma'am, lo siento, no puedo hacer nada". Le pedí que me ayudara, que era un viaje de trabajo y me podían despedir por eso (no era verdad que me iban a despedir, aunque probablemente yo tendría que costear el nuevo tiquete). Regresamos al counter e insisten en que no se pueden. Con lágrimas en los ojos (que se me da bien fácil) les digo que me ayuden, que debo viajar, es un viaje de trabajo. Después de rogarles finalmente me dieron mi pasabordo. Pero no podía entregar el equipaje. Les dije "No me importa, lo llevo en la cabina". Afortunadamente era pequeño.

Corrí, me salté toda la fila para el primer filtro de seguridad mientras decía "lo siento, lo siento, voy a perder mi vuelo". En el segundo filtro de seguridad pretendía hacer lo mismo pero me encontré con la compañera con la que iba a viajar y me dijo "cálmate, no vamos a perder el vuelo". Pasamos el segundo filtro de seguridad que demoró mil años (rayos X y detector de metales) porque aquí se toman su tiempo para todo. Corrimos a la puerta de embarque, número 19, mientras la señorita de la aerolínea llamaba con nombre propio a cada uno de los pasajeros faltantes porque iban a cerrar el vuelo. Por supuesto mi nombre estaba allí.

Por fin llegamos, abordamos el bus que nos condujo al avión y cuando me senté en esa silla tenía tanta adrenalina, desesperación, tantas emociones juntas que no podía tranquilizarme ni podía creer que lo había logrado. En ese momento pensé que me había despertado con el pie izquierdo por todo lo que me había pasado. Después me regañé y me dije "no Nadine, al contrario, te levantaste con el pie derecho porque a pesar de todos los obstáculos lo lograste". Finalmente caí rendida y dormí durante todo el vuelo.

Ahora escribo desde la habitación de mi hotel, pensando que para mi vuelo de regreso llegaré al aeropuerto con mínimo dos horas de anticipación. No quiero pasar por otra de estas travesías.

jueves, 1 de enero de 2015

Año Nuevo, Vida Nueva

"Año nuevo, vida nueva, más alegres los días serán... con salud y con prosperidad"

Ayer 31 de diciembre estaba en la oficina pensando qué estarían haciendo en mi casa en Colombia, principalmente pensaba en la cena que prepararían. Mi mente estaba en Colombia y mi cuerpo estaba tecleando en el computador y descargando música colombiana para celebrar en la noche. Mientras escuchaba frases como "faltan cinco pa' las doce", "año nuevo, vida nueva" y "yo no olvido el año viejo" pensaba "no quiero llorar esta noche". Es mi primer año nuevo lejos de casa en mis 22 años.

Ya tenía planes. Me encontraría con algunos amigos para charlar, comer y compartir tragos sociales. Preparé mi playlist con canciones que encontré en la mañana en los Top 20 de las páginas web de emisoras colombianas, y por supuesto una que otra canción viejita porque siempre diremos "eso sí era música, no como las de ahora".

Durante todo el día fui un mar de emociones. Estaba ansiosa, asustada, nostálgica, feliz. ¡Todo! Muy diferente a mis compañeros en la oficina. En India, año nuevo no es gran cosa (pues al menos comparado con Colombia). Para la mayoría de los colombianos año nuevo es sinónimo de familia o de compartir con tus amigos cercanos. Todos preparamos la "pinta" (ropa) con la que recibiremos el año nuevo, las mujeres nos arreglamos el cabello y las uñas, sin importar si nos quedaremos en casa con nuestros padres. 

En India, por su parte, es una noche como cualquier otra para muchas personas. Aquí cuando preguntaba qué planes tenían para la noche, recibía respuestas como "dormir" o "no sé", y con su tono de voz y sus gestos te dabas cuenta que sólo era una noche más. Incluso muchas empresas trabajan 31 de diciembre y 1 de enero (afortunadamente en mi oficina nos dieron el día libre). Algunos me decían que la razón es porque en el calendario hindú el año nuevo no es el 31 de diciembre. Aunque ni ellos mismos saben cuándo es exactamente su año nuevo, sólo saben que es durante el primer semestre del año en el calendario gregoriano, ese que usamos la mayoría de los mortales.

Salí de la oficina y fui rumbo a encontrarme con mis amigos. Había mucho vino, pollo delicioso cocinado por el padre de uno de ellos - y que me supo a Colombia -, snacks, sombreros de navidad y hasta un sombrero de mariachi. Hablamos, reímos, las horas pasaron y llegó la medianoche. Hice sonar mis canciones colombianas, leí los mensajes de mi familia, y seguí disfrutando con mis amigos hasta que el cansancio no nos dejó más y quedamos dormidos. A las 10.30 a.m. desperté, era año nuevo en Colombia. Envié mensajes, notas de voz, y quedé rendida otra vez.

Quiero agradecer a las personas maravillosas con las que compartí mi última noche del 2014 y mi primer día del 2015. Me tuvieron riendo toda la noche, no tuve tiempo ni mente para entrar en nostalgia y pegarme la llorada (eso de llorar se me da super fácil). 

La canción dice "Año nuevo, vida nueva, más alegres los días serán", pero yo la modificaría un poco. Mis días han sido muy alegres, mi 2014 fue un año con un torbellino de emociones y que me vio comenzar una nueva vida en un país muy lejano a mi hogar. Mis días seguirán siendo alegres. Al menos puedo decir que he comenzado con el pie derecho.

No puedo evitar cerrar con un mensaje cliché en esta época del año: esta es la primera página de mi libro de 365. ¡Bienvenido 2015!