En cada una de mis publicaciones en este blog intento
incluir desde los más pequeños detalles hasta los sucesos más grandes de mi
experiencia en India. Desafortunadamente no los puedo compartir todos ni con
mil publicaciones, o mil charlas por Whatsapp o por Skype porque no hay nada
como vivirlo en carne propia.
Sin embargo seguiré haciendo mis intentos por transmitirles
tanto como pueda de este país, un país que me vuelve loca con su caos y su
desorden, que me saca una y otra cana, pero que se quedará para siempre en mi
corazón.
Ya son tres meses los que llevo aquí, mi vida se desarrolla
entre Delhi y Gurgaon, con uno que otro viaje esporádico por turismo o por
trabajo. He visto tantas cosas y voy a compartir algunas de ellas, puede que no
tengan ninguna relación o lógica en el orden que las diré, pero qué más pedir
si tienen en común a la increíble India.
- Me enamoré del metro. Ya me acostumbré a las largas filas para pasar el filtro de seguridad, pasar por un detector de metales y que una oficial me revise, que mi bolso lo pasen por Rayos X, correr para alcanzar el metro que está próximo a salir, empujar “con cuidado” para entrar, empujar “con cuidado” para salir, viajar en el vagón de mujeres.
- En una ocasión intenté bajarme en la estación que me correspondía pero eran tantas las personas ingresando al metro y empujando tan fuerte (en realidad parecía una estampida, y cabe aclarar que eran sólo mujeres), que me fue imposible bajar y tuve que llegar hasta la próxima estación y tomar otro metro para devolverme. Sí, eso puede pasar.
- En el metro siempre vas a encontrar los siguientes tipos de personas: los que duermen de pie, los que se creen tan delgados que siempre están pidiendo que le abran espacio para sentarse, el que viaja agachado, la que se tira al piso, la asiática (me refiero a las de ojos rasgados no indias) que va hablando por celular en otro idioma, el niño pequeño que corre de un lado a otro, los que van con maletas rumbo al aeropuerto o a alguna parada de bus.
- Desde que son bebés, a los niños les delinean los ojos con el propósito de espantar todo lo malo de ellos. Algo así como evitar el “mal de ojo”.
- La mayoría de las mujeres se delinean los ojos. Cuando crecen, delinearse los ojos no tiene ningún significado en especial, es sólo un asunto cosmético.
- Aquí aprendes o aprendes a regatear. Siempre te van a querer pedir más dinero por todo, en especial si eres extranjero. Ya he visto la cara de decepción de algunos conductores de autorickshaws cuando consigo una buena tarifa y después se dan cuenta que no soy india, como pensando “pude cobrarle más”.
- No todos los indios huelen mal. Cada vez son más conscientes de su higiene personal.
- Es cierto que algunas personas no usan papel higiénico. En algunos baños puedes encontrar una pequeña ducha/manguera con la que se enjuagan después de usar el baño. Algunos usan los dos métodos. Para ser sincera, su método resulta más higiénico.
- Aquí “Maggi” es sinónimo de “fideos instantáneos”, esos que les agregas agua caliente y están listos para comer. Son muy populares.
- Si al comprar el vendedor no tiene cambio, te puede dar dulces que equivalen a 1 rupia cada uno, o una caja de chicles mediana que corresponde a 5 rupias.
- Los Doritos son MUY costosos. Las papitas son muy baratas. Las galletas son mucho más baratas (un paquete de 20 o 30 galletas cuesta 10 rupias = 300 pesos).
- No todos son vegetarianos. Sin embargo los no vegetarianos tienen restricciones como no consumir carne de vaca, o días en que sólo pueden comer comida vegetariana como los martes de cada semana o algunas fechas especiales.
- Es cierto que la dieta se basa en verduras, sin embargo eso no significa que la comida sea saludable. Para la preparación usan mucho aceite y muchas especias. Además que encuentras más de una harina en las comidas.
- Todos los productos tienen en su empaque un símbolo que consiste en un punto rojo (no vegetariano) o verde (vegetariano). No sólo está en los alimentos, también lo puedes encontrar en cosas como la crema de dientes.
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