jueves, 31 de julio de 2014

Primer día

Ya cumplí mis primeras 30 horas en territorio indio. Sé que muchos esperan grandes noticias de mi primer día pero la verdad fue un día sin grandes novedades. Deben entender que después de viajar tantas horas en unas sillas (que por más que sean cómodas no dejan de ser sillas) estaba muy agotada así que dormí, y luego volví a dormir.

Para los que me piden más detalles sobre el lugar en el que vivo, les comento: Estoy en un apartamento con otras tres niñas, todas son de India. Una de ellas también llegó esta semana pero de Bangalore, tiene 22 años, así que de cierta forma no soy la única comenzando una nueva vida. Mi habitación es bastante sencilla: una cama pequeña, un clóset, un abanico de techo, y otro en la ventana que parece ser un híbrido entre abanico y aire acondicionado, aunque con la potencia de un Patton.

Mi clóset sufrió por la humedad y está destruido, así que en los próximos días me lo cambiarán, por lo que aún tengo mis maletas en el piso. La habitación es pequeña pero dado que la cama también lo es, tengo espacio de sobra hasta para las clases de zumba (¡mami, se me olvidó traer los DVDs!). Todo está bastante empolvado así que la jornada de limpieza será grande.

Ayer salí de compras por primera vez. Necesitaba algunas cosas de aseo personal, cortinas y sábanas. Lo de las sábanas fue un reto: ¿por qué no facilitan la vida vendiendo el juego completo? Sólo habían juegos disponibles para camas dobles, así que debí comprar pieza por pieza. Eso no sería problema, sólo debía combinarlos... a menos que nada combinara. Nunca he sido buena para combinar las cosas, pero es que India tampoco me ayuda. Al final decidí que si no combinaban los haría combinar, después de todo cada pieza tenía los mismo tres colores: rojo, negro y beige. El resultado: una sábana roja para cubrir el colchón (con diseños de flores en rojo y negro), una sábana beige para arroparme (con diseños de otro tipo de flores en negro, rojo y café), y un forro de almohada negro (con diseño de un tercer tipo de flores en rojo, café y beige).


Todo es bastante económico. La mejor compra: un paquete de Oreo de 150g (algo así como 15 galletas) por 27 rupias ($800 COP apróx.).

En cuanto a la comida, mi primera experiencia fue con arroz y algo de vegetales. El arroz es bastante simple, y las verduras muy picantes, pero para mi sorpresa, muy rico.


No prometo entradas diarias al blog, pero al menos intentaré hacerlo de forma frecuente. Lo que sí prometo es que la próxima vez combinaré mejor mis sábanas!

miércoles, 30 de julio de 2014

Comenzando una nueva vida

No soy de escribir mucho y menos para que otro me lean. Sin embargo decidí escribir este blog porque es una forma mucho más cómoda de contar mi experiencia en India. Para quienes aún no lo saben, me vine a hacer unas pasantías en India por medio de AIESEC durante 1 año y medio. Trabajaré como Senior Analyst en una consultora.

Después de 23 horas de viaje y hacer escala en Panamá y Amsterdam, llegué a Delhi. Al llegar me recibieron 3 chicos aiesecos, la niña de recursos humanos de la empresa, y mi nueva compañera de apartamento. Ahora estoy viviendo en Gurgaon, una ciudad al lado de Delhi y donde se encuentra la empresa en la que trabajaré. Mi habitación es sencilla, cuenta con su propio baño y puedo ver el metro desde mi ventana (aunque afortunadamente no es tan ruidoso).

Desde que comencé en enero a buscar mi intercambio pensé que sería grandioso ir a un lugar lejano, donde no hablaran español y donde la cultura fuera diferente. Quería grandes retos y mi espíritu aventurero esperaba salir. India siempre me había parecido una cultura muy interesante (especialmente influenciada por las películas de Bollywood). Sin embargo al aterrizar en Delhi (y después de que policías, funcionarios de aerolíneas y personal de migración de cada país en el que hice escala se impresionaran y me cuestionaran por mi decisión de ir a Delhi por tanto tiempo - y yo siempre desestimando sus comentarios - ) me cuestioné por primera vez qué vine a hacer acá y lo primero que pensé fue: "¡debo estar loca!". Un año y medio hablando otro idioma (con el reto que implica el acento), con comida diferente (gracias mami por enseñarme a comer de todo), cultura diferente, trabajo nuevo, casa nueva, y un sinfín de elementos.

Pero a pesar de eso, ¡estoy emocionada por esta nueva vida! Esta experiencia me permitirá madurar, crecer personal y profesionalmente, volverme más independiente y decidir lo que quiero en mi vida. Se que al finalizar este año y medio seré una persona diferente. Algunas personas cuestionan mis métodos pero todos tenemos perspectivas diferentes de la vida. Lo más importante es que no vine aquí para demostrarle algo a alguien, sino para demostrarme a mí que puedo exigirme tanto como quiera, y que puedo superar cada una de las cosas que se me aparezcan en mi camino. Después de todo, también haré lo que más me gusta: ¡viajar!

Ahora sólo me queda vivir esta experiencia de la mejor manera. No hay espacios para arrepentimientos porque no hay nada de lo cual arrepentirse, sino disfrutar cada día y agradecerle a Dios por esta oportunidad tan maravillosa.

¡Saludos desde India! ¡Nos vemos pronto!