Amritsar es una ciudad al norte de India, cerca de la frontera con Pakistán. Tiene 1.1 millones de habitantes y el idioma oficial es punjabi (que se origina en el sánscrito al igual que el hindi). Esta ciudad también es conocida como la Ciudad Dorada debido a que allí se encuentra el Templo Dorado (Golden Temple en inglés, Harmandir Sahib en Punjabi), el lugar más sagrado para el sikismo o sijismo, la segunda religión con mayor cantidad de practicantes en India después del hinduísmo.
Este era mi lugar de destino. Después de viajar toda la noche finalmente llegamos, con dolor en el cuerpo por las sillas incómodas y todos alertas para encontrar un hotel. Así es, no teníamos reservaciones. Cuando viajo en India no hago reservaciones de hotel, es preferible ver el lugar directamente y negociar.
Tomamos un auto rickshaw gigante y allí nos subimos los siete, todos colombianos. Pedimos que nos llevaran al Golden Temple y allí buscaríamos un hotel que estuviera cerca. En ese momento mi estrés de la noche anterior empezó a cobrar factura (Si no leíste la entrada anterior, puedes dar clic aquí). Me puse pálida, a sudar frío, y tenía náuseas. No encontrábamos un hotel que tuvieras las 3B (bueno, bonito y barato), o al menos solo bueno y barato. Mi cuerpo no se pudo controlar más y vomité, en la calle, al lado de un perro, en una alcantarilla. No es nada glamuroso pero son las cosas que pasan en estos viajes.
Después de encontrar el hotel y refrescarnos un poco, fuimos a visitar el templo. Para entrar, como en cualquier templo sikh, debes remover tus zapatos y darlos a guardar en una zona especial para ello donde te entregarán una ficha para que los reclames a tu salida. También tienes que asegurarte de tener algo que cubra tu cabeza. Los templos sikh están rodeados por unas paredes blancas altas que mal podríamos llamar una muralla; por dentro consisten en arcos continuos donde la gente se sienta a descansar o simplemente contemplar todo lo que pasa a su alrededor (la paz que se respira en estos templos te invita a permanecer allí por horas). Antes de entrar debes lavar tus manos y pies.
Al ingresar a través de esta "muralla" puedes observar en el centro un gran estanque/piscina considerado como agua sagrada donde los devotos toman un baño vistiendo solo ropa interior. Este ritual se hace con la creencia de que esto traerá beneficios espirituales para quien lo performe. Para las mujeres hay una zona cubierta donde pueden tomar el baño sagrado. Ese día, hablando con una de mis compañeras de viaje, me preguntaba qué tan limpia y/o no perjudicial para la piel podía ser bañarse en esas aguas estancadas, incluso me preguntaba cómo podían haber peces allí si esa era agua que no circulaba o se oxigenaba. Más tarde leyendo aprendí que estas piscinas son vaciadas y aseadas cada cierto tiempo, y que los peces se mantienen allí para que ayuden a mantener el agua limpia y pura.
Finalmente, en el centro de esta piscina, está el protagonista: el gran Templo Dorado. Es una maravilla para los ojos, especialmente en la noche cuando encienden luces a su alrededor que resplandecen en sus paredes y cúpulas cubiertas con oro. Por eso es el templo dorado. Su construcción duró 16 años y el resultado es un asombroso trabajo en mármol y oro que constituye el lugar más sagrado para los sikhs.
Amritsar tiene además otros lugares para visitar como el Memorial de Jallianwala Bagh, lugar de una de las peores masacres que ha sufrido este país donde una multitud de personas (mayormente sikhs) se reunieron para una protesta pacífica y fueron asesinados por el ejército británico. De acuerdo a los británicos, las víctimas fueron 379. Versiones del lado de India dan cuenta de aproximadamente 1500 personas fallecidas y centenares de heridos.
Otro lugar al que vale la pena ir es Wagah Border, la frontera entre India y Pakistán donde cada tarde hacen una ceremonia para el cambio de guardia que se ha convertido en uno de los mayores atractivos turísticos. Lastimosamente a este último no pude ir, los malestares que había sufrido en la mañana resultaron ser una intoxicación por comida y debí quedarme en el hotel mientras mis compañeros de viaje fueron al Wagah Border. Aquí aprovecho para recordarles lo importante que es tener un seguro internacional: sólo fue hacer una llamada y un doctor fue hasta mi hotel, me atendió y me compró las medicinas, incluso le indicó al personal del hotel qué debían darme de comer en mi condición.
Tomado de Wikipedia
No dejo de sorprenderme de toda la historia y la belleza escondida que tiene India. Es cierto que hay mucho caos y demasiada gente, pero vale la pena venir aquí.