martes, 14 de abril de 2015

¿Quién pidió cordales?

Hace un par de semana un leve dolor se apoderó de uno de mis dientes. Poco a poco, no era leve y no era sólo en uno de mis dientes sino en toda la parte derecha de mi boca. Fui al odontólogo y el diagnóstico fue que mis hermosas y útiles cordales (espero que entiendan el sarcasmo) estaban ladeadas y ejerciendo presión sobre el resto de mis dientes. Llevaba años temiendo a que este momento llegara. Todos me hablaban de que el dolor era insoportable, que la extracción no era nada agradable, y que después del procedimiento quedaría inservible. Bueno, no inservible, pero exageraban en cuanto al dolor, los cuidados, y que no podría hacer muchas cosas como comer. Sí, comer. Y yo por supuesto me asusté (eso se me da muy fácil).

La preocupación seguía allí pero antes tenía que resolver algo importante: el dinero. Para alguien que está haciendo una pasantía en un país extranjero es muy difícil ahorrar porque el ingreso es sólo suficiente para gastos básicos, y si sabes manejar tu dinero, para salir con tus amigos e incluso viajar (en un país como India donde todo es extremadamente barato). Pero en este caso el dinero que necesitaba era el equivalente a dos meses de salario, porque además de las dos extracciones que me debía hacer también tenía que hacer algo por un viejo problema que tenía. (En realidad con este dinero podría hacer entre 5 y 8 viajes de 3 días en India).

En el camino a casa pensaba qué haría, cuando de repente recordé que tengo un seguro internacional. Corrí a casa y busqué los documentos que no había visto desde cuando preparaba mi viaje de Colombia a India. Ingresé a la página web de mi seguro y hablé con alguien cuyo nombre era Diego. Por alguna razón hice la tonta pregunta de si debía hablar en español o inglés. Era en español por supuesto. Le expliqué mi problema y me dijo que abrirían mi caso y a la mañana siguiente alguien en India me contactaría por teléfono dado que ya era tarde, alrededor de 9 de la noche. Con esa información, cerré mi computador y me disponía a dormir. A las 10.30 p.m. aproximadamente recibí una llamada de un número indio, generalmente no contesto porque son llamadas spam. Sin embargo decidí contestar, era el contacto en India de mi seguro internacional. La cita la tenía para el  día siguiente.

Debo decir que mi seguro ha estado super pendiente durante el proceso. Siempre recibo llamadas de argentinos (que asumo trabajan en el call center para hispano hablantes) preguntándome si todo está bien y si he recibido la información pertinente de la oficina en India quienes también me llaman frecuentemente para decirme que ya fijaron una cita con el hospital de quienes también recibo una llamada para reconfirmar la cita. Así que siempre que recibo llamadas de los argentinos espero la de los indios y después la del hospital. O viceversa, hospital-indios-argentinos.

Ya finalmente hice las dos extracciones. La recuperación no fue tan grave como todos me decían. De hecho después de la primera extracción (porque la hice en dos sesiones) fui a casa directo a trabajar y al día siguiente estaba en la oficina. Eso sí, hablando entre dientes así que más de uno que no sabía pensó que yo estaba rabiosa. Incluso un conductor de autorickshaw me dijo: "Ma'am, you angry / Señora, usted rabiosa". Lo único malo: dos sábados seguidos tirada en la cama con hielo en mi cara y comiendo sólo líquidos. Ahora sólo queda esperar a que llegue el momento de extraer las otras dos cordales. Sí, toca pasar otra vez por lo mismo.