El pasado 6 de marzo se celebró Holi, uno de los festivales más grandes e importantes del hinduismo. Muchos lo conocen como el festival de colores y lo único que saben es que las personas juegan con polvos de colores y globos llenos de agua. Al final del día todo es una fiesta pero pocos saben por qué.
La fecha para Holi es definida de acuerdo al calendario lunar. Es considerado como una festividad que celebra el triunfo del bien sobre el mal, el inicio de la primavera y el fin del invierno, e incluso el comienzo del nuevo año. Además, es considerado como un día para terminar peleas, discusiones, olvidar y perdonar.
Hay múltiples leyendas detrás de esta fecha. La principal cuenta que había un rey llamado Hiranyakashyap (el rey del mal) quien se consideraba a sí mismo un dios y ordenó a todos a que lo veneraran sólo a él. Sin embargo su hijo Prahlad era fiel devoto del dios Vishnu (dios de la conservación). Debido a esto, Hiranyakashyap decidió matar a su hijo y para ello confabuló con su hermana Holika quien tenía el don de no morir. Holika tomó a Prahlad en su regazo y entró a una hoguera con él, pero la devoción de Prahlad hizo que el dios Vishnu lo salvara y Holika murió en la hoguera. A partir de allí, la noche anterior a Holi, una hoguera es encendida para recordar este episodio y recordar el triunfo del bien sobre el mal.
Tomada de http://matadornetwork.com/bnt/photo-essay-holi-the-wacky-hindu-festival-of-colors/
También hay una leyenda relacionada con el dios Krishna, quien es la octava reencarnación del dios Vishnu. Krishna le decía a su madre que su amada no le iba a corresponder debido a que la piel de Krishna era azul. Su madre al escuchar esto le sugiere que pinte de colores la cara de su amada y de sus amigos, de forma que nadie se fijara en su piel azul. Este juego de colores se convirtió en una tradición.
Sea cual sea la historia, lo cierto es que Holi se ha convertido en un festival que cautiva no sólo a hindúes sino a personas de todas las religiones y nacionalidades. Es un momento de celebración. Al final del día todos parecen un arco iris y el ambiente está lleno de alegría. Yo no fui ajena, celebré con extranjeros e indios en mi primer Holi en India, y sin duda es algo que te hace sentir renovado y lleno de felicidad.
En mi camino de regreso a casa, tomé el metro toda mojada y llena de colores. Por alguna extraña razón la gente estaba limpia (bueno, la verdad es que la gente celebra en la mañana pero yo celebre mañana y tarde). Todos me miraban raro y no se querían sentar al lado mío. Yo sólo me reía. ¡Que vean que yo sí me lo disfrute!